El buen samaritano

Después del reinado de Salomón, el pueblo judío se dividió en dos reinos: Judá o Reino del Sur, con la capital en Jerusalén; e Israel o Reino del Norte, con la capital en Siquem (que más tarde se trasladó a Samaria).

Cada uno de los dos reinos sufrió el exilio en distintas ocasiones: Judá a manos de Babilonia; e Israel a manos de Siria. La diferencia entre ambos es que los habitantes de Judá lograron restablecerse sin mezclarse con otras razas, mientras Israel se unió con otros pueblos al regresar del exilio.

Esto hizo quelos habitantes de Judá dejaran de considerar a los samaritanos como judíos auténticos. De igual manera, los samaritanos dejaron de considerar obligatorio el culto en el Templo de Jerusalén, dando culto a Dios en el monte Garizim.

Los samaritanos creían en Jehová como único Dios, consideraban a Moisés como el profeta por excelencia y observaban la Ley de la Toráh; pero no reconocían el Talmud (tradición oral judía), ni los Profetas, ni los libros escritos (Salmos, proverbios, Ruth, Esther, etc). Si creían en la venida del Mesías.

En el tiempo que Jesús llevó adelante su ministerio, las relaciones entre judíos y samaritanos eran tensas y conflictivas, llegando hasta el odio y la intolerancia. Muchos judíos cuando viajaban evitaban pasar por Samaria dando una vuelta, iban por Perea. No había automóvil lo que hacia que las distancias fueran largas y agregaban días de caminata para no pasar por Samaria, estos viajes se hacia por razones comerciales o para ir al Templo de Jerusalén en las fiestas judías.

Hay tres pasajes en los evangelios donde se habla de los samaritanos.

En Lucas 9: 51-56 relata que en uno de sus viajes, Jesús envió mensajeros delante de Él a un pueblo de Samaria para que le prepararan posada, los samaritanos de ese pueblo se negaron a recibirle, porque iba hacia Jerusalén (por tanto, era judío)… y Santiago y Juan le preguntaron:

“54 Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma? 55 Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56 porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea”.

En Juan 4: 1-42 Jesús iba de Judea hacia Galilea y se detiene en Sicar (Samaria) mientras los discípulos van a comprar comida. Él se queda junto al pozo (el pozo de Jacob) conversando con una mujer, sorprendida de que Jesús, un judío le pidiera agua a ella que era samaritana.

21.Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.
22. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.
23. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.
24. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
25. Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos declarará todas las cosas.
26. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

Por último veamos el siguiente pasaje en Lucas 10, 25-37

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Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Jesús utiliza a un samaritano como ejemplo para mostrarle a un escriba, un legista judío que “prójimo” no es el que comparte mis ideas, mi creencia o mi status social, sino todo aquel que necesite mi ayuda.

Las Adminitraciones (Última parte)

La Administración del Paraiso Final

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Para poder comprender mejor la historia espiritual detrás de la historia escrita, debemos entender como Dios fue diseñando este tiempo, las diferentes administraciones y sus reglas.

Las administraciones proporcionan un tipo de esqueleto que nos permite magnificar la gracia de Dios, cuando lo vemos a Dios trabajar alrededor de o a través de los fracasos del hombre para lograr sus metas sin la obediencia necesaria para la vida.

Esta última administración tendrá las maravillosas e incomparables características relatadas en los dos últimos capítulos del libro de Apocalipsis.

Apocalipsis 21:1-27
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.
El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.
Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.
Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.
Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel;
al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas.
Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro.
La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.
Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.
El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;
y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;
el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.
Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.
Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.
Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.
Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.
No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Apocalipsis 22:1-21
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.
Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,
y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.
Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.
¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.
Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca.
El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.15 Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.
Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

Estudio realizado por el Reverendo Daniel Alvarez

Las Administraciones (8ª parte)

La Administración del Milenio

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Para poder comprender mejor la historia espiritual detrás de la historia escrita, debemos entender como Dios fue diseñando este tiempo, las diferentes administraciones y sus reglas.

Después de los juicios purificadores asociados con el regreso personal de Cristo a la tierra, el reinará sobre Israel restaurado y sobre la tierra toda durante mil años. Es el período comúnmente llamado el Milenio.

El trono de su poder será Jerusalén, y los santos, incluso los salvados en la dispensación de la gracia, es decir la iglesia, participarán de su gloria. Por otra parte, Satanás mismo estará encarcelado durante ese período, por lo que las condiciones espirituales, mentales y físicas cambiarán diametralmente con respecto a todas las administraciones pasadas.

Hechos 15:14-17
Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre.
Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:
Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído;
Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar,
Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre,

Isaías 2:1-4
Lo que vio Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén.
Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.
Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

Isaías 11:1-16
Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.
Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;
sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.
Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.
No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.
Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.
Y levantará pendón a las naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la tierra.
Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín;
sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los obedecerán.
Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.
Y habrá camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el día que subió de la tierra de Egipto.

Pero al ser suelto Satanás halla el corazón del hombre natural tan inclinado al mal como de costumbre y fácilmente reúne a las naciones para pelear contra el Señor y sus santos; y esta administración concluye, como las otras, con juicio. El “gran trono blanco” es preparado, los muertos malvados son levantados y finalmente juzgados, y luego vienen “un cielo nuevo y una tierra nueva”. Ha empezado la última administración: la administración del Paraíso Final.

Apocalipsis 19:11-12
Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.

Apocalipsis 20:1-6
Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.
Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años;
y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.

Apocalipsis 20:3
y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

Apocalipsis 20:7-15
Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión,
y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar.
Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.
Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Estudio realizado por el Reverendo Daniel Alvarez

Las Administraciones (7ª parte)

La Administración de la Tribulación

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Las administraciones son la respuesta justa e ingeniosa de Dios a la obediencia o desobediencia del hombre y era la única forma de lograr la meta original de la familia viviendo gozosa. Este plan de Dios debe ser llevado a cabo en medio de una gran batalla espiritual en la que el adversario trata continuamente de impedir que se llegue a la meta.

Sigue luego el breve período (siete años) de la tribulación (tres años y medio) y la gran tribulación (tres años y medio).

Mateo 24:21-22
porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.
Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.

Sofonías 1:15-18
Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento,
día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres.
Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol.
Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.

Daniel 12:1
En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.

Jeremías 30:5-7
Porque así ha dicho Jehová: Hemos oído voz de temblor; de espanto, y no de paz.
Inquirid ahora, y mirad si el varón da a luz; porque he visto que todo hombre tenía las manos sobre sus lomos, como mujer que está de parto, y se han vuelto pálidos todos los rostros.
¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado.

Tras estos tiempos, tiene lugar el regreso personal del Señor a la tierra en poder y gran gloria y esta vez no viene por su iglesia sino con su iglesia, y los juicios que nos introducen en la séptima administración.

Mateo 24:29-30
E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Mateo 25:31-46
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.
E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

Estudio realizado por el Reverendo Daniel Alvarez